Segunda pregunta:

 

¿Qué recomendaría Vd. hoy día a los jóvenes de Europa?

 

En la actualidad, soy bastante mayor y mi juventud está ya bastante lejos. Sin embargo, no he olvidado mi juventud, ya que tal olvido es imposible para una generación que ha vivido lo que mis contemporáneos y yo mismo hemos vivido. Francia ha necesitado 1000 años para construirse, al igual que todos los países que han conocido épocas gloriosas: Italia, Portugal, España e Inglaterra. En lo concerniente a  Alemania, la situación es distinta – Hitler dijo: “mi paz durará mil años”; su paz nunca existió y su reino, que duró doce años , acabó con su suicidio.

 

Quisiera decir a los jóvenes europeos, ya sean franceses, rumanos o alemanes, que ahora deben todos, y todos juntos, construir Europa. Esta construcción necesitará mucha paciencia y mucho tiempo, pero no necesitará mil años. Con el desarrollo extraordinario de los transportes y el desarrollo extraordinario de las telecomunicaciones, en particular de la red de Internet, la Tierra se ha quedado tan pequeña como un pueblo . En la actualidad, se va de Paris a Tokyo  en doce horas. Cuando mi padre, estudiante en Paris, iba a ver a sus padres en Niza, el viaje duraba 14 horas. Cuando mi abuelo materno, que he conocido muy bien, era niño, la electricidad no existía.

 

En la actualidad, las naciones europeas, incluso las más pobladas, no pueden vivir solas. Europa, del Atlántico al Ural, según la fórmula del General de Gaulle, forma un conjunto de 600 millones de habitantes que tienen más de diez siglos de cultura común, en particular de cultura religiosa. Antiguamente se hacían las guerras para desplazar las fronteras. Hoy en día, las fronteras no se cambian de sitio – se borran. Desde el final de la segunda guerra mundial, la unificación de Europa del Oeste avanza lentamente, pero con paso seguro. Mi esposa y yo hemos ido varias veces a Alemania en coche, sin tener que pararnos en las fronteras, y desde hace poco sin tener que cambiar dinero. Esto no es sólo un gran progreso material sino también procura una gran satisfacción psicológica. Tenemos muy buenos amigos en Alemania y en los dos países, a excepción del idioma, todo es igual. Mi esposa y yo nos hemos convertido en europeos convencidos.

 

Para terminar, quisiera decir a todos los jóvenes : “debéis sentiros europeos, sin por ello renunciar a vuestra patria;  viajad con ardor y pasión; haced amigos en toda Europa”. Quisiera añadir un deseo que puede parecer fuera de lugar: “cuidad vuestra salud, no la dañéis con el uso del tabaco y el abuso del alcohol”. “Europa os necesita, necesita de todos los europeos, necesita de todos sus hijos, apasionados y entusiastas, pero también de todos sus hijos con buena salud.” ¡Buena suerte a Rumania.¡¡ Buena suerte a Europa¡

 

Entrevista realizada y publicada por la revista rumana Magazín Historia, en el número 428 (noviembre 2002)